Ayer por fin fue la obra de teatro en el cole que tantos días llevan los pequeños ensayando, la verdad que fue muy divertida y acorde a su edad, prácticamente no había diálogos, trataba sobre un perrito que quería trabajar en un circo y los forzudos, leones, focas y bailarinas le decían que no podía por que era muy peligroso, cada grupo de niños hacían sus gracias, las bailarinas de cancan bailaron, los leones saltaban un aro de fuego, las focas giraban en el suelo... los forzudos cogían pesas. La sala estaba a rebosar todos los papás, abuelos, hermanos mayores etc.. estaban ahí apoyando a los más pequeñines del cole. Para mi fue muy emocionante ver a mi hija encima del escenario, me puse en primera fila jeje. A petición de ella le había pintado los ojos con una sombra rosita y coloretes, hasta las uñas se las pinté, por qué es que no puede ser más coqueta. No sé como explicar lo que sentí, una mezcla de orgullo, de tristeza por verla tan mayor, alegría de ver como se desenvuelve... es un amor tan profundo el que me despierta en determinados momentos.. Cuando acabaron tenían una sorpresa en la clase por el buen trabajo que habían hecho, un libro de pegatinas que le había comprado la maestra a cada uno con una piruleta pegada. La verdad que cada vez me gusta más su maestra sobretodo por que es tolerante y comprende que lo importante es que se lo pasen bien y estén agusto.
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