domingo, 24 de noviembre de 2013

Silencio

Adoro a mis hijas, su bullicio e intensidad, cada minuto de vida que paso con ellas y con mi pareja... adoro esta vida de madre atareada sin tiempo para nada.... siempre con un cerro de ropa por doblar, una comida por hacer... de verdad que sí, he vivido el tiempo suficiente al otro lado y me quedo con este con toda seguridad, sin embargo, hay días como el de hoy  en el que echo de menos sentarme diez minutos (no más, para no aburrirme) con una taza caliente a mirar el infinito, sin oir nada... o acaso escuchar lluvia caer, unos pájaros trinar... frenar mi mente, parar un poco el tiempo... descansar. Quizás una buena tormenta que me ponga en mi sitio y que se lleve todo el estrés de la semana...