jueves, 7 de febrero de 2013

Encerrados a cal y canto

El invierno hace mella en esta familia, mi pareja dice que no hay que tener miedo a que los niños se enfermen, que no podemos controlarlo todo, claro, yo no tengo miedo a que se enfermen por que directamente piense que les va a suceder lo peor, sino por lo que ello implica.
Llevamos encerrados en casa desde el Lunes, no es un encierro gustoso, elegido, es un ambiente viciado, donde por más actividades que realices nunca estas satisfecho, las horas de tele se acumulan a nuestras espaldas, la falta de aire y ejercicio nos pone de mal humor, nos agota... Además cuando enferman sus demandas aumentan, a lo mejor una persona que no le de ya a sus hijos el 300% no lo nota, (aunque lo dudo), pero yo me veo con el bebé colgado en el fular desde las 8 de la mañana, teta aqui y alli, lavandome las manos entre una y otra, sin tiempo ni para la ducha decente, asaltando la nevera cada media hora victima de la ansiedad, llamo a mi familia, no puedo ni desahogarme por que "mamáaaaaaaaaaaaaaaa", no tengo a nadie cerca que venga un rato y me ayude, que distraiga a mi hija un poco que tambien está harta de mi... Fiebre, aerosoles, tos, "no quiero comer"... bueno, yo no lo soporto, de nada sirve quejarse, los niños tienen que enfermar y punto... pero por lo menos que nadie me diga... mujer... "NO puedo verte con ese pelo" o "mujer ya se le quitará"...
Por que .... me hunde un poco más

No hay comentarios:

Publicar un comentario