Ya a día 27 de Febrero, en un día frío, lluvioso y mocoso, empiezo a sentirme nostálgica del verano, de sol a raudales entrando por la ventana, de días interminables, de horas de luz, de andar descalza, de beber refresco con hielo, de ir ligera de ropa....de eternos atardeceres, de baños en el mar... Entiendo que es necesario este recogimiento, enlentecernos y seguir el ritmo de la naturaleza... pero es que aquí los inviernos son taaaan largos, no son muy frios, ni nieva, pero una nube plomiza llega con el alba y no se va prácticamente en todo el día. Una luz que ahoga y te quita esperanzas....
Antes no era así, me ponía el abrigo y salía, hacía mi vida igual fuera cuando fuera, no reparaba en el paso de las estaciones, eso también lo he aprendido con la maternidad, los hijos te enseñan a seguir un poco su ritmo y darme cuenta de que casi todo es cíclico...
Invierno. Vivaldi
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