Bautizo de mi pequeñina

Queriamos darle la bienvenida a nuestra hija, queriamos compartir nuestra alegría con los familiares más cercanos y con nuestros amigos y queriamos darle unos padrinos para que nos acompañaran en su crianza y  pudieran compartir pequeños y grandes momentos con ella. Estabamos nerviosos, a papi y a mi nos gustan las celebraciones caseras, que aunque dan mucho trabajo y tienen menos glamour, tienen ese regusto retro y  todo el que las vive recuerda esas comidas o meriendas en casa de la tia, abuela o vecina... Como el clima es imprevisible compramos una pérgola para el patio y asi nos aseguramos un cachito más de casa que se pudiera aprovechar, pero la comida fue en el garaje jejejejeje. Paella, tortilla, queso y aceitunas, y de postre tarta casera de la suegra, al más puro estilo veraniego ochentero. Reencuentro por mi parte con amigas de toda la vida y sus hij@s y lo mismo por parte de papi. Aunque el verdadero protagonista no fue la comida, ni el sol que lució, ni Zoe, fue el castillo hinchable!!!.. Por favor, no le dieron tregua, saltaron durante tooodo el día, yo los miraba, sudando, riendo, que manera de disfrutar, siempre vuelvo a lo mismo, pero que felicidad ser niño. Niños que no se conocían entre ellos, (otros sí), pero eso no importaba, hablaban, reían... Lo hemos pasado muy bien. Gracias universo por este día tan maravilloso!! Ha sido una fantástica bienvenida para nuestra hija, rodeados y arropados por gente maravillosa.