Otro fin de semana provechoso

El Sábado 18 fue el día internacional de los museos, en todos había entrada gratis y además habían organizado muchas actividades. Nos levantamos temprano para estar en Santa Cruz a las 12, ya que había un concierto para familias, se titulaba El metal  y sus colores. Fue un espectáculo maravilloso, luces, pompas de jabón, instrumentos musicales hechos con gomas, embudos, caracolas, buena música y unos músicos que interactuaron con nosotros, atraparon nuesta atención (incluso la del bebé, que miraba perpleja) y nos divirtieron muchísimo. Que manera más bonita de acercar la música a los niños, iban vestidos con unas blusas de raso vistoso cada una de un color, merodearon por las butacas "jugando" con el público, muy chulo. A pesar de ser un espectáculo gratis no había muchas familas, debe ser por la amplia oferta que habia ese día, pero el espectáculo mereció la pena. Estaré muy atenta a toda la programación cultural ya que suelen ser cosas que valen la pena y gratis o muy económicas. (La foto es del movil, un poco malucha) Más info aquí.

Nos reunimos allí con mi amiga y futura comadre, ya que sus hijas y las mías lo pasan muy bien juntas, se distraen y nos dejan "comadrear un rato". Comimos por la zona de la calle de la Noria en Santa Cruz, está muy bien por ser una zona peatonal donde los niños pueden corretear tranquilamente, además los restaurantes de la zona le han visto el filón al asunto y ponen castillos hinchables gratis para los niños... otro punto positivo. Está muy cerca del TEA y el museo de la Naturaleza y el Hombre, a los que nos acercamos después de comer. En el museo "comadre" y yo nos sentamos a tomar un café en el restaurante que hay allí mismo, mientras "padres" se hacían cargo de la prole y veían las momias guanches y muchos animales que hay en el museo. Ganas tengo de un famoso Brunch en ese Gastrobar dirigido por Armando Saldanha, que todo el que va repite, yo solo puedo decir que un día estaba allí viendo salir los platos y solo con el olor se me hacía la boca agua, a muy buen precio, aunque tengo una pequeña crítica, no tienen nada en el menú que yo viera que mi hija se va a comer bien, una sopita, una pechuga...etc..  En el TEA sólo estuvimos en la zona infantil de la biblioteca en la que hay un área para bebés con una gruesa alfombra donde las niñas se tumbaron y leyeron y manosearon muuuchos libros, no vimos ninguna exposición ni nada por que ya eran las seis de la tarde, hora más que razonable para acabar un día redondo y muy cultural.

El Domingo estaba reservado para el deporte, mi hija y papi participaban en el Cross de María Auxiliadora, la churrupia corrió/ caminó 400 metros, se divirtió por que tenía una risilla nerviosa que la delataba jeje, además le regalaron una camiseta molona y coincidió allí con su primo y una compañera de clase. Había mucho ambiente en la llegada, con música y gente animando. Además le dieron una bolsita de regalo con gusanitos, agua, bloc de notas y una entrada para un castillo inflable enorme, en el cual se montó obviamente. Papi corrió 10Km y aún así le quedó energía para el resto del día. La tarde del Domingo la pasamos pintando, oyendo música, planchando, lavando ropa... que melancolicas son, pero hacía frío y la verdad, estabamos agotados.